Mientras escribía, unas cuantas cifras atrás, en la Rue des Trois Portes unos poemas de dudosa rítmica y estrafalaria temática, caí en la cuenta de que dediqué más tiempo en mi vida a las letras que a los números. Debido a ello, mis observaciones e hipótesis poco empíricas me llevaron a conclusiones y acciones que estaban más relacionadas con cálculos matemáticos que con la actitud crítica, la reflexión y el sentido común. Y, aunque abandoné pronto este estilo de vida, escribí algún poema sobre ello del que puedo transcribir aquí algunos versos:
1 22 4 5 + % 8
22 22 % 8 123
8 - 8 2 2 2 7 6
1 1 1 + 3 4 5 43
Estoy orgulloso de haber dejado aquella etapa atrás, orgulloso de una nueva vida en la que las cifras sólo controlan nuestras vidas a través del tiempo, de las direcciones postales, de los botones del ascensor, de los canales de televisión, de las páginas de un libro, de la lista de la compra, de la temperatura del calefactor, de la intensidad de potencia contratada con la compañía de la luz, de los ingresos y los gastos, de la talla de las camisas, de la capacidad del ordenador o la velocidad de internet, de los contactos del teléfono móvil, de las cantidades exactas para la receta del "Pollo a la Jardinera" o, también, de las veces que te han dado calabazas este año.
Aún así, la vida sigue siendo cíclica y mes a mes se repiten los días, las horas, los minutos,... Las penurias no decrecerán nunca, pero tampoco amainarán sino que se irán repitiendo. Tal vez no sea una gran idea pero la felicidad está tan lejos de ser una idea que da lo mismo cuantas tengas para querer alcanzarla: ya he encargado una camiseta en la que se lee "Feliz 2011".
Magnífico tu poema. Tal vez deberías esforzarte más con la métrica. Me ha resultado un poco críptico pero rimar en 3 tiene mucho mérito y por eso lo salvaré.
ResponderEliminarMe encanta la finura de tu ironía pesimista.
Zadok, estás siendo un gran compañero en esta aventura mía. Gracias por tu apoyo.
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